AIJA DE ANTAÑO...
A partir de la década de 1860 y 1870 a consecuencia de la apertura del camino e Herradura desde la hacienda así llamada entonces) Minera de Ticapampa, jurisdicción del Distrito de Recuay, Provincia de Huaraz hasta le Puerto de Huarmey por decirlo así, lo valioso que guardaba este pueblo en sus habitantes.
A principios de 1860 los Ingenieros SOLOLOSKY (Polaco) Y HENRY THIERRY (Francés) compran las minas de Santa Rosa, hoy Collaracra y establecen en el paraje de Ticapampa una pequeña planta de beneficios de minerales de plata por el sistema de amalgamación, empleando el azogue de Huancavelica paraproducir la famosa “Plata bella” para remitir a la Casa de la Moneda de Lima, para su refinación y acuñación de los no menos famosos soles de nueve décimos (hoy en poca circulación en el séptimo ciclo gracias a los políticos Atronautas que ha tenido y tiene el Perú).
Las vetas mineralizadas de Colla racra eran de alta Ley de Plata, en su mayoría oscides (pocos) de gran riqueza, Sus dueños Sokolosky y Thierry se hallaban encerrados prisioneros en el inhóspito Ticapampa. Los puertos de Casma y Chimbote estaban muy lejos, solamente la Caleta de Huarmey era la ás cercana más o menos 115 kilómetros. De estos, 25kms. Ticapampa – Aija era un camino más que a pie que a caballo y de Aija a Huarmey 90 siguiendo el curso de Valle y de Aija a Huarmey no existía prácticamente camino. Perp, había que salir y los “Gringos” así lo decidieron. Un buen día llegaron al pueblo de Aija y con gran sorpresa y alegría para su empresa, encontraron lo más valioso que encesitaban ¡Hombres! Hombres cultos, enérgicos, inteligentes, llenos de vigor y entusiasmo que vivian plácidamente en una Sociedad bien organizada y sin pobreza.
Ellos también estaban encerrados, comercializaban tras grandes sacrificios con Pativilca y Barranca y unos cuantos llegaban a Lima. El más viable era el camino de Huaraz y allá iban los jóvenes Aijinos solamente en busca de Instrucción Secundaria en el famoso Colegio de la Libertad ó en el Seminario cruzando el abra de Cuncush.
Habiendo encontrado pues los “Gringos” el factor más valioso para la obra decidieron sin pérdida de tiempo y sin más trámites que abrir la bolsa, trazaron el camino siguiendo la ruta del río, ni los precipicios, ni lo inaccesible de las trochas se opusieron, gastaron sin taza ni medida y en menos de 2 años de trabajo intenso abrieron la ruta, para el tráfico seguro de las recuas de miles de llamas especialmente de Ticapampa de Huarmey. Es preciso anotar, que esto favoreció a una extensa región, creó trabajo y pequeñas industrias en todos los pueblos vecinos. En Ticapampa y Collaracra el número de obreros y empleados subió de un centenar a más de dos mil; Recuay se convirtió en una colmena de trabajo, todos los pueblos de Las Vertientes, Succha, Huayán, Malvas, Huacllán, Coris, salieron del letargo, de la pobreza. Aija en 1873 honrado con la visita del sabio naturalista Don Antonio Raymondi, que ya había visitado todas las regiones, recibió como orgullo el título que le otorgó de “Aija Perla de las Vertientes”.
A partir de la década de 1860 y 1870 a consecuencia de la apertura del camino e Herradura desde la hacienda así llamada entonces) Minera de Ticapampa, jurisdicción del Distrito de Recuay, Provincia de Huaraz hasta le Puerto de Huarmey por decirlo así, lo valioso que guardaba este pueblo en sus habitantes.
A principios de 1860 los Ingenieros SOLOLOSKY (Polaco) Y HENRY THIERRY (Francés) compran las minas de Santa Rosa, hoy Collaracra y establecen en el paraje de Ticapampa una pequeña planta de beneficios de minerales de plata por el sistema de amalgamación, empleando el azogue de Huancavelica paraproducir la famosa “Plata bella” para remitir a la Casa de la Moneda de Lima, para su refinación y acuñación de los no menos famosos soles de nueve décimos (hoy en poca circulación en el séptimo ciclo gracias a los políticos Atronautas que ha tenido y tiene el Perú).
Las vetas mineralizadas de Colla racra eran de alta Ley de Plata, en su mayoría oscides (pocos) de gran riqueza, Sus dueños Sokolosky y Thierry se hallaban encerrados prisioneros en el inhóspito Ticapampa. Los puertos de Casma y Chimbote estaban muy lejos, solamente la Caleta de Huarmey era la ás cercana más o menos 115 kilómetros. De estos, 25kms. Ticapampa – Aija era un camino más que a pie que a caballo y de Aija a Huarmey 90 siguiendo el curso de Valle y de Aija a Huarmey no existía prácticamente camino. Perp, había que salir y los “Gringos” así lo decidieron. Un buen día llegaron al pueblo de Aija y con gran sorpresa y alegría para su empresa, encontraron lo más valioso que encesitaban ¡Hombres! Hombres cultos, enérgicos, inteligentes, llenos de vigor y entusiasmo que vivian plácidamente en una Sociedad bien organizada y sin pobreza.
Ellos también estaban encerrados, comercializaban tras grandes sacrificios con Pativilca y Barranca y unos cuantos llegaban a Lima. El más viable era el camino de Huaraz y allá iban los jóvenes Aijinos solamente en busca de Instrucción Secundaria en el famoso Colegio de la Libertad ó en el Seminario cruzando el abra de Cuncush.
Habiendo encontrado pues los “Gringos” el factor más valioso para la obra decidieron sin pérdida de tiempo y sin más trámites que abrir la bolsa, trazaron el camino siguiendo la ruta del río, ni los precipicios, ni lo inaccesible de las trochas se opusieron, gastaron sin taza ni medida y en menos de 2 años de trabajo intenso abrieron la ruta, para el tráfico seguro de las recuas de miles de llamas especialmente de Ticapampa de Huarmey. Es preciso anotar, que esto favoreció a una extensa región, creó trabajo y pequeñas industrias en todos los pueblos vecinos. En Ticapampa y Collaracra el número de obreros y empleados subió de un centenar a más de dos mil; Recuay se convirtió en una colmena de trabajo, todos los pueblos de Las Vertientes, Succha, Huayán, Malvas, Huacllán, Coris, salieron del letargo, de la pobreza. Aija en 1873 honrado con la visita del sabio naturalista Don Antonio Raymondi, que ya había visitado todas las regiones, recibió como orgullo el título que le otorgó de “Aija Perla de las Vertientes”.
Escrito por el Prof. Fidel Rosales Oncoy-
Revista por las "Bodas de Oro " 1936-1986
volver a recorrer nuestra hermosa tierra bendita.
ResponderEliminarQue interesante este relato historico. Felicitaciones!
ResponderEliminarTuve la suerte de estudiar en el INA de Monserrate 1961-1965 y pude conocer de cerca lo que es realmente Aija. Siempre estara en mi mente y en mi corazon.
Francisco Castillo Gomero
castilloperu2@hotmail.com
En principio el reconocimiento y felicitación a los hermanos Aijinos que crearon esta página; el contenido es sumamente interesante para dar a conocer lo que la bella Aija tiene para el mundo, para la actividad turística y para fortalecer nuestra identidad Aijina. Saludos a todos a mis amigos de Buenos Aires (Jirca), en lo posible cooperaremos para mantener vigente a "Aija Viva" Perla de la Vertientes flor de romero corazón de acero.... Aija querida ... por siempre.
ResponderEliminarJuan Orellano Brito.
orebrito67@hotmail.com